Ficha Técnica
País: México
Blanco y Negro
Lugar dentro de las 100 mejores películas del cine mexicano: 1
Una producción de: Clasa Films
Género: Drama de la revolución
Duración: 92 min.
Sonido: Monoaural
Dirección: Fernando de Fuentes
Asistente de dirección: Miguel M. Delgado; anotadora: Matilde Landeta
Producción: Alberto J. Pani; supervisión: Celestino Gorostiza y C. Argüelles
Guión: Fernando de Fuentes y Xavier Villaurrutia, sobre la novela de Rafael F. Muñoz
Fotografía: Jack Draper; operador de cámara: Gabriel Figueroa; ayudante: Enrique Solís
Escenografía: Mariano Rodríguez Granada y Antonio Ruiz
Edición: José Noriega
Sonido: Eduardo Fernández y Rafael Ruiz Esparza
Música: Silvestre Revueltas
Supervisión militar: coronel J. B. Vega
Reparto:
Antonio R. Frausto....Tiburcio Maya
Domingo Soler....Pancho Villa
Manuel Tamés....Melitón Botello
Ramón Vallarino....Miguel Ángel del Toro, "Becerrillo"
Carlos López "Chaflán"....Rodrigo Perea
Raúl de Anda....Máximo Perea
Rafael F. Muñoz....Martín Espinosa
Alfonso Sánchez Tello....general Fierro
Paco Martínez....general Huertista
Dolores Camarillo "Fraustita"....Lupe, esposa de Tiburcio
Consuelo Segarra....viejecita
David Valle González....Chon
Max Langler....El Flaco
Miguel M. Delgado....doctor
Silvestre Revueltas....pianista en el bar
Jesús Melgarejo....soldado
Pedro Valenzuela....soldado
José del Río....Pedro, hijo de Tiburcio
Esperanza Gómez....esposa de Tiburcio (secuencia final)
Gloria Barón....hija de Tiburcio (secuencia final)
Sinopsis:
Durante la revolución mexicana, un grupo de valientes campesinos, conocidos como los "Leones de San Pablo" se unen al ejército de Pancho Villa. Después de algunas batallas, con más derrotas que victorias, el grupo original es reducido a dos: Tiburcio Maya y el joven "Becerrillo". Una epidemia de viruela se desata entre la tropa y "Becerrillo" cae enfermo. Villa ordena a Tiburcio matar al joven e incinerar su cuerpo. Desencantado, Tiburcio abandona la revolución y regresa a su pueblo.
Comentario:
El reconocimiento a este clásico del cine mexicano llegó varias décadas después de su menospreciado estreno. El rodaje se vio plagado de problemas financieros y una enfermedad del director postergó la filmación durante varios meses. Finalmente, la cinta se estrenó el 31 de diciembre de 1936, en el cine "Palacio" de la capital mexicana y duró solamente una semana en taquilla.
Para entonces, De Fuentes había estrenado el que sería el primer "taquillazo" del cine mexicano: Allá en el Rancho Grande (1936). La popularidad que alcanzó esta comedia estelarizada por Tito Guízar y Esther Fernández eclipsó en su tiempo al poderoso drama sobre el desencanto de la revolución que es Vámonos con Pancho Villa.
A principios de los sesenta, la crítica y el movimiento "cineclubero" mexicano rescataron del olvido a Vámonos con Pancho Villa La cinta se convirtió, junto con El compadre Mendoza (1933) del mismo De Fuentes, en el paradigma del mejor cine nacional.
Vámonos con Pancho Villa volvió a ser noticia en 1973, cuando la Filmoteca de la UNAM localizó una copia de la película en 16 milímetros muy deteriorada que incluía un final hasta entonces desconocido. En ese final alternativo, Pancho Villa regresa por Tiburcio Maya y le pide que vuelva a combatir en su tropa. Al negarse, Villa mata a Tiburcio, a su mujer y a su hija, y se lleva a su pequeño hijo a la revolución. Se ignora si este final fue censurado, aunque es más probable que haya sido el propio De Fuentes quien decidiera eliminarlo por encontrarlo innecesario o demasiado cruel. La película con este final fue transmitida por la televisión mexicana en 1982. Para el crítico e historiador Emilio García Riera, "la película queda mejor con el final comúnmente visto, un final desencantado que redondea bellamente una obra excepcional del cine mexicano."
En 2010, como parte de las conmemoraciones del centenario de la revolución mexicana, la Filmoteca de la UNAM puso a la venta una magnífica edición en DVD de la Trilogía de la Revolución de Fernando de Fuentes, integrada por El prisionero 13 (1933), El compadre Mendoza y Vámonos con Pancho Villa. Por primera vez en más de siete décadas, las tres películas pueden verse y escucharse con la estupenda calidad visual y sonora que Fernando de Fuentes imprimió en cada una de ellas.
Fragmento:
Menus
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